lunes, 10 de octubre de 2011

La ley antiaborto criminalizará a las mujeres

Por Marcos Salaiza
Qué lamentable, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no haya sido capaz de brindar justicia a las mujeres mexicanas, negándoles el derecho a decidir sobre su capacidad de reproducción, lo que significa que cierran la puerta a la interrupción voluntaria del embarazo: el aborto es ilegal; en Baja California y la tendencia de que el resto de los estados en espera de resolver el mismo caso.


La SCJN perdió la oportunidad histórica de proteger los derechos humanos de las mujeres, violentando los derechos de más de la mitad de la población de B.C. la reforma impugnada vulnera los derechos fundamentales sobre la mujer en especial los de la salud y los de su integridad física.

Esta decisión de los encargados de administrar justicia, se traduce en visiones moralistas y no pueden estar amarrados a fanatismos religiosos, ni a intereses políticos. La Suprema Corte de Justicia de la Nación, no logró anular la reforma a la Constitución de Baja California, que prácticamente niega a las mujeres toda opción en caso de abortos no deseados y por el contrario, deja vigentes leyes que las pueden enviar a prisión, como las peores criminales por mas de 40 años.



La recurrente intervención de miembros del alto clero de la Iglesia católica en asuntos de política pública y política de estado; la influencia cada vez más notoria del clero en todos los asuntos de gobierno y en especial en el tema del aborto, hace mas azaroso el camino y la lenta evolución del nuestro País, respecto a las relaciones entre la Iglesia y el Estado.

Esta conflagración ideológica, que en muchas ocasiones se ha traducido en cruentas y dolorosas batallas internas, es motivo nuevamente de preocupación en el país, por lo endeble de la fuerza moral e ideológica del Estado y de sus actores, por la preocupante intromisión de la Iglesia en los asuntos temporales de la sociedad y por la hipócrita actitud de los hombres de estado y actores políticos que utilizan sus creencias religiosas en asuntos públicos.



Ha sido permanente de los actores políticos la utilización y participación en actos de culto público, como actos vergonzosos de legitimación política por parte de funcionarios o gobernantes; todo esto nos hacen reflexionar en la posibilidad de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos amplíe la connotación de laicidad, agregándola como una característica de la forma de gobierno, debe plantearse, cual es la incidencia o irrupción de la influencia eclesiástica, en la calidad de la democracia en México; lo anterior derivado de las relaciones entre la pobreza y la ignorancia que caracterizan al país y la influencia que pueden llegar a tener los discursos teológico-políticos de los ministros de los cultos, sobre todo en el ánimo del votante en especial de un votante susceptible, en el momento preciso de emitir su voto.

Con esta ley antiaborto México cierra las puertas a los derechos de la mujer a decidir sobre su cuerpo, porque lo que aún médicamente es un feto ya esta legalmente protegido para que viva, graves consecuencias para las mujeres en Baja California quienes pueden pisar la cárcel, y hasta perder la vida por no permitirles interrumpir el embarazo en casos de violación o cuando corre riesgo su vida, esto representa un retroceso de tres siglos y una grave afectación para las mujeres en Baja California, porque solo se esta viendo a la mujer como mero aparato reproductor. Esto traerá como consecuencia el que se agudicen los problemas de salud pública que representan los abortos clandestinos.



La iglesia católica se mete y se entromete a si lo vimos con las declaraciones desafortunadas de el obispo José Isidro Guerrero Macias de Mexicali, con las famosa llamada del Papa. Su intervención viola el estado laico, su intervención genera controversias, especulaciones y es un juego perverso de querer seguir manipulando a los mexicanos a través de la religión en complicidad con los gobiernos de derecha



El gobierno de Calderón le entra al debate de aborto el mandatario sometió a la aprobación del Senado modificar los términos en que se firmó el Pacto de San José relativo a la protección de la vida; es decir retirar la Declaración Interpretativa formulada por México respecto del párrafo primero del artículo 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, con lo cual México refrenda un compromiso con el derecho a la vida como un bien jurídicamente tutelado por el Derecho mexicano.



Mucha sangre se ha derramado en México y en el mundo por la combinación de confrontaciones de creencias y desajustes de normas y la soberanía de los estados y que el propio presidente de la republica decidió montarse en una nueva ola de fanatismos religiosos como arbitro conciliador por los derechos de la vida, presionando a la SCJN.



Vemos como representantes de la iglesia, el PAN y organizaciones no gubernamentales, antiabortistas, el propio Presidente Felipe Calderón y su esposa, actúan con hipocresía, pues aparentemente se preocupan por proteger a los concebidos, pero no nacidos, y hacen nada por los nacidos, por los niños, adolescentes y jóvenes e incluso por las madres de estos, que suman ya mas 54 millones de mexicanos en pobreza.



El Presidente de la republica juega con fuego en un incendio que ya arrasa el territorio mexicano como resultado de su guerra fallida en contra del narco trafico, y que el tema del aborto será otra guerra perdida, las agrupaciones de mujeres darán una batalla muy fuerte por defender sus derechos, nuestra agrupación se pronuncia a favor de los derechos humanos de las mujeres, se tiene que formalizar el debate de el tema del aborto, por todos los actores políticos, colegios de abogados, médicos y el congreso de Baja California tiene un enorme compromiso de dejar a salvo los derechos de las mujeres.



Nuestro partido tiene que posicionar su discurso en este tema, en su plataforma política, debe mostrar no sólo para qué quiere el poder, sino cómo lo utilizará en beneficio de todos los sectores sociales.