miércoles, 21 de septiembre de 2011

ALZHEIMER, UNA ENFERMEDAD PROGRESIVA E IRREVERSIBLE, CON ALTO IMPACTO FAMILIAR

* 21 de septiembre es “Día del Alzheimer”
* El IMSS cuenta con guías clínicas para diagnóstico y tratamiento
TIJUANA.- El Alzheimer es una enfermedad, de las más incapacitantes, no prevenible, progresiva e irreversible que conlleva un alto impacto en la familia, para lo cual los médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social, cuentan para su manejo y tratamiento, con una Guía de Práctica Clínica “Diagnóstico y Tratamiento de la Demencia Tipo Alzheimer.
Así lo refiere el doctor Christian Díaz Chávez , titular de la Clínica de Geriatría del Hospital General Regional No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Tijuana, quien explica que esa guía es producto de la colaboración de profesionales de la salud de las Unidades de Medicina Familiar, Unidades de Medicina con Atención Ambulatoria y Hospitales de Especialidades de nuestra institución elaborada en el 2010.







Explica el especialista que las recomendaciones plasmadas en ese documento son de carácter general, pero no dejan de ser un valioso auxiliar en el tratamiento de la enfermedad y su aplicación debe basarse en el juicio clínico de quien las emplea, tomando en cuenta las necesidades y las preferencia de cada paciente en particular.







Al referirse específicamente a la enfermedad, Díaz Chávez, dice que en base a la revisión de estudios a través de los años en el tratamiento de este tipo de pacientes, ha quedado demostrado que existen tres etapas de la evolución clasificadas en leve, moderada y grave.







La primera -explica- tiene manifestaciones clínicas mínimas que no alteran la calidad de vida, como por ejemplo, olvidos recurrentes; cómo no recordar donde se dejaron las llaves o el reloj de pulso u otros objetos de tipo y uso personal; llegar a casa o no reconocer o recordar a ciertas personas.







En la segunda fase, el enfermo ya no recuerda ni siquiera como hablar, los nombres de los objetos ni para qué se utilizan, vive desorientado y confundido, por lo que fácilmente se pierde en la vía pública.







La etapa tres es la más grave, pues el enfermo es incapaz de alimentarse por sí mismo, pierde el control de esfínteres (orinar y evacuar) y ya casi le es imposible caminar unos cuantos pasos, porque incluso desconoce cómo hacerlo y se convierte en una persona incapacitada y totalmente dependiente de un familiar o persona que lo auxilie en sus necesidades primarias.



Es recomendable -dice el especialista- que las personas mayores de 60 años, realicen juegos de mesa, de ser posible ajedrez, rompecabezas y los crucigramas, así como la lectura, que son actividades mentales que ayudan a mantener ejercitadas sus neuronas, con lo cual podrán retrasar el desarrollo de la enfermedad y de esa manera contribuir de que no se padezca de manera severa, ya que como se ha mencionado es un mal progresivo e irreversible.







Agrega que el daño neuronal, provocado por el padecimiento, puede lograrse controlar y evitar que evolucione en sus formas más graves si se acude oportunamente con el médico ante la presencia de uno o varios de los signos de alarma: desde olvidos recurrentes que se agudizan conforme pasa el tiempo, hasta trastornos importantes en la memoria que ocasionan la pérdida de capacidad para recordar palabras, nombres de objetos y de personas, a quienes antes reconocían perfectamente.







Para finalizar el doctor Christian Díaz Chávez, manifiesta que también es recomendable una terapia de rutina física para evitar el sedentarismo de las personas mayores de 60 años aunado al entrenamiento de memoria y además también vigilar y cuidar la salud física y mental del “cuidador” de estos enfermos, que principalmente son familiares cercanos, para lo cual también existe el Manual del Cuidador de Personas Adultas Mayores, editado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el año 2010