*Gran apatía por rescatar el patrimonio cultural.
*El crecimiento urbano debe ir acompañado del cumplimiento a las leyes
Muchos fueron los esfuerzos por ordenar el alto índice de crecimiento urbano en la costa bajacaliforniana del Pacífico, en el área colindante con la frontera se logró instrumentar el Programa del Corredor Turístico Tijuana-Rosarito-Ensenada, mejor conocido como el COCOTREN, aunque algunos funcionarios que lo desconoces, piensan que se trata de un ferrocarril. El mencionado programa de ordenamiento no fue respetado, el crecimiento inmobiliario comenzó a construir casas de más de dos niveles en la zona costa, aun cuando está completamente prohibido por los tres niveles de gobierno en esa zona.
Este mismo crecimiento urbano en la costa que se ha dado en Playas de Rosarito, en Tijuana y en la ciudad de Ensenada, ha llevado a los excesos, a los pillajes, a los presuntos actos de corrupción, el Pabellón Rosarito es un buen ejemplo de cómo se otorgan permisos para construir en zona de amortiguamiento, lugar que debe quedar libre para prevenir.
Recientemente el Ayuntamiento de Playas de Rosarito que preside Javier Robles Aguirre ordenó clausurar la remodelación de un edificio histórico que se encuentra en la zona centro de Playas de Rosarito. Si bien es cierto que los edificios pueden ser propiedad de los particulares, toda construcción de más de cincuenta años debe apegarse a lo establecido por la ley del patrimonio cultural, a efectos que toda remodelación mantenga el mismo modelo arquitectónico y de preferencia los mismos materiales. La remodelación que detuvo el gobierno de Robles Aguirre corresponde a una respuesta positiva al reclamo que hacen vecinos por el supuesto permiso de una funeraria que se instalaría en plena zona centro, si bien cumple con una exigencia de los ciudadanos, falta el enfoque para garantizar la protección del patrimonio cultural.
Cabe hacer mención que entre los vecinos inconformes se encuentra Ricardo Alzalde, una persona que por años vivió con los indios kumias y habla su mismo lenguaje, todo un acervo cultural. Así mismo, los organismos federales como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, y los estatales como el Instituto de Cultura de Baja California, en conjunto con las autoridades municipales correspondientes deben elaborar un padrón de sitios históricos y patrimonio cultural cuando son bienes intangibles, tales como el lenguaje, comida, bailables, tradiciones orales, historia comunitaria, entre otros. En todos los casos debe existir una declaratoria como requisito. El sociólogo autor del libro “Ejes y momentos históricos de Playas de Rosarito” afirmó que el Patrimonio Cultural es universal y hay que proteger los pocos edificios históricos, ya que ante la falta de protección están a punto de desaparecer debido a la gran apatía por rescatar el patrimonio cultural y por el crecimiento urbano debe ir acompañado del cumplimiento a las leyes.